ARTE SOCIAL-Xul Solar entre metafísica y arte
Las formas
en la obra de Xul Solar presentan edificios vivos de pensamientos, esferas jaldes, yoguis
en asana, serpientes verdes, prismas multicolores, cintas naranjas, signos, glifos,
cristales vivos, letras de pensamientos, palacios, ciudades celestiales que
corresponden a las descripciones de sus Relatos
de los mundos superiores[1]
o las visiones notadas del I Ching escritas en neo criollo.
Me inunda todo de signos que le salen de la boca y no oigo,
que completa el espacio mucho mas que la gente: son coágulos de pensamientos
que se condensan cristalizan de a poco en cristales vivos y más letras de
pensamientos que se juntan y re combinan, se derraman por el palacio y ciudad y
cambian el cielo que perduran mucho. De
tanta sopa de letra en que nado no entiendo sino
solo yo tomo: que yo viva siempre en el
cielo, lo que yo decida, yo lo cumple en obra,
que yo imante gente nueva, ya todo asaz fluido, pero luego se aclara y
dice y me burla que sólo veo lo
plástico, que debo devorar las letras y digerirlas, que recién cuando yo sea
flor del cielo se me acercarán los nuevos.[2]
Rudolf
Steiner, fundador de la antroposofía y gurú de Xul Solar, maestro de Wassily Kandinsky
y Piet Mondrian, inspirador de Joseph Beuys, coincide en que la libertad del individuo se
logra a partir del camino meditativo-perceptivo por medio de la fuerza del
desarrollo y atención de las energías pensamiento de la imaginación, inspiración
e intuición y lo expresa así:
El punto inicial para una nueva vida en el arte solo puede
desarrollarse desde el mundo espiritual. Debemos convertirnos en artistas, no para desarrollar simbolismo
o alegorías, pero emergiendo a través del conocimiento espiritual, más y más
dentro del mundo espiritual.[3]
A partir de ese instante, el artista
como todo hombre, puede liberarse del encierro en que se halla de la caja
construida por los siete sentidos donde solo ve el mundo deformado y
descolorado a semejanza de un mal espejo.
Y así, Vladimir Soloviev postula la
imaginación de una ley que aclara el mundo
haciéndolo comprensible en el encuentro
con el otro por medio del amor.
Querida, ¿acaso no ves cómo todo lo que aparece ante nuestros
ojos es sólo un reflejo, una sombra, de aquel que es invisible? Querida, ¿acaso
no oyes cómo el estruendo estridente del mundo es sólo un eco engañoso de las
armonías triunfantes?¿O tal vez no sientes, querida, que sólo hay una cosa en
el mundo: lo que un corazón confía a otro corazón en un saludo sin palabras?
Esta transformación individual
permite el encuentro con el otro, en el
otro. En dicho proceso, los obstáculos y resistencias, como fuerzas de
gravedad, se convierten en el estímulo de creación de la nueva forma social: el arte social.
El artista, por el método del conocimiento de las energías implícitas en
el pensar, sentir y la voluntad logra liberarse de la forma de energía, del nivel de consciencia
anterior, cuya esencia es la memoria de las emociones que el alma ha grabado de
antiguas experiencias en su ilusión de percibir un mundo objetivo y terminado
que lo convirtió en un ser egoísta, antisocial, aún cuando sus intenciones sean
las mejores o las más morales.
El arte social es al mismo tiempo
individual y social puesto que al
traspasar la barrera de la conciencia ordinaria que cierra al hombre sobre sí
mismo, el ser humano puede unirse al mundo y a los demás seres humanos,
llegando a experimentar verdaderamente el significado del sentido del Yo Ajeno.
Ahora me animo y me lanzo floto volando hasta el castillo
vivo que parece flotar anclado sin base en el abismo de luz rodeado de
noche. Allí entro por la cálida puerta
túnel. Los macizos muros son bloques de luz vivos, azul, rojo, róseo, verde,
víride, violeta, naranja, jalde seudo color.
Cada uno vive, palpita, respira.
Las formas humanas que allí fluyen se adaptan o geometrizan llenando los
bloques vivos o más bien estos son hombres de piedra, cristalino, diáfanos. No abarco ni entiendo tanto que hay, pero
siento que soy bienvenido, que hay amor en el lugar. Son más que hombres, arden amor, sueñan
vivaz.[4]
En Buenos
Aires, Argentina, Alejandro Xul Solar formó parte de una generación con un gran
interés en el avant-garde y participó del grupo del periódico Martín Fierro. Aunque
su militancia fue breve, mantuvo una relación de gurú - maestro - amistad
con Jorge Luis Borges, Evar Méndez, Victoria Ocampo, Leopoldo Marechal, Jorge
Calvetti, y muchas otras figuras literarias y de la cultura. Compartió con ellos sus experiencias
místicas, sus investigaciones en el plano de las leyes de la naturaleza, como
nos cuenta Jorge Luis Borges en Laprida
1214: Por esa escalera he subido un número hoy secreto de veces; arriba me esperaba Xul Solar….y más adelante: Ni el
dinero ni el éxito le importaban; vivía como Blake o como Swedenborg, en el
mundo de los espíritus.[5]
De esta manera Xul Solar dispuso la aparición del Arte
Social en la Argentina, así como en el mundo germánico Wolfgang Goethe, desde
su postulado “Si reconozco una relación
conmigo mismo y con el mundo, a eso lo llamo yo verdad” [6]preparó
a Rudolf Steiner. Años más tarde Wassilly Kandinsky y Paul Klee lo reflejaron en el mundo del arte.
Arkurator M.Cecilia G. Bendinger
ceciliabendinger@hotmail.com
http://coecos-dom.blogspot.com.ar/
[1]
Xul Solar, Relatos de los mundos superiores, traducción del neo criollo,
Arkurator Ma. Cecilia G. Bendinger, Editor Arquitecta Patricia Nadler de Jenik.
[2]
Xul Solar, Relatos de los mundos superiores, traducción del neo criollo,
Arkurator Ma.Cecilia G. Bendinger, Editor Arquitecta Patricia Nadler de Jenik.
[3] Rudolf
Steiner, conferencia dictada en 1923, GA 276
[4]
Xul Solar, Relatos de los mundos superiores, pág.82, Hexagrama47, 28 de octubre
de 1926, op.cit.
[5]
Borges, Obras Completas; N°11,2011, editorial Sudamericana; Atlas (1984),
Laprida 1214, pág.236.
[6]
Ensayos de Etica, Rudolf Steiner, editorial Rudolf Steiner SA, Madrid.
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